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Radiación ultravioleta y fotoprotección

recibir radiación ultravioleta en la playa

1. Radiación Ultravioleta (UV)

1.1 ¿Qué es la radiación UV?

La radiación ultravioleta es el conjunto de radiaciones electromagnéticas emitidas por el sol. Estas se distribuyen desde el infrarrojo hasta el ultravioleta, aunque existe cierta radiación que no alcanza la superficie de la Tierra ya que las ondas más cortas son absorbidas por los gases de la atmósfera, fundamentalmente por el ozono.

La radiación UV es una de las causas principales del cáncer de piel.

1.2 Tipos de radiación ultravioleta

La cuantía de luz UV que entra en contacto con tu piel depende de algunos factores como el momento del día, la altitud y la localización geográfica. A continuación, detallaremos los tipos de radiación ultravioleta que existen:

  • UVB: Tiene una longitud de onda que va entre 280 y 320 nm, llega hasta la epidermis —capa más superficial de la piel— y es causante de la quemadura solar. Aunque brinda la energía que la piel necesita para elaborar vitamina D, es también responsable del daño directo del ADN.
  • UVA: Tiene una longitud de onda entre 320 y 400 nm, es capaz de llegar a la dermis —segunda capa de la piel— y se la considera responsable del envejecimiento cutáneo.
  • UVC: Tiene una longitud de onda entre 200 y 280 nm, por lo que se considera que no llega la superficie terrestre ya que es contenida por la capa de ozono.
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La cuantía de luz UV que entra en contacto con tu piel depende de algunos factores como el momento del día, la altitud y la localización geográfica.
La cara es una de las partes del cuerpo que más propensas a sufrir eritema solar.

Debes tener en cuenta que, tanto la radiación ultravioleta A y B, participan en el desarrollo del cáncer de piel, producen quemaduras, envejecimiento cutáneo prematuro, daño ocular, debilitamiento del sistema inmunitario, reacciones fotoalérgicas y fototóxicas.

1.3 Indicadores de UV

Existe un indicador que determina la intensidad con que la radiación ultravioleta (RUV) proveniente del sol alcanza la superficie terrestre, este se conoce como Índice de Radiación Ultravioleta (UV) y se mide en una escala que va de 0 —correspondiente a zonas con baja RUV— hasta 15 —que son sectores con RUV extremadamente altos—.  Además, señala la capacidad solar para producir lesiones en la piel, que ayudan a tomar medidas de protección de acuerdo a la zona geográfica en la que te encuentres. Según expertos, esta escala puede aumentar.

Entre los factores que influyen en el aumento o disminución de este índice encontramos: 

  • La latitud: En Ecuador es máximo por encontrarse en la mitad del mundo. 
  • La altitud: se considera que el Índice RUV aumenta entre un 6-10% por cada 330 metros por encima del nivel del mar. 
  • La nubosidad: puede disminuir el Índice RUV. La cantidad de ozono en las capas altas de la atmósfera y el Índice de reflexión del suelo (indica la capacidad de una superficie para reflejar los RUV, por ejemplo en la nieve puede ser hace el 80%).

1.4 Capital solar

El capital solar es el número de horas que un individuo puede exponerse a la radiación solar sin producir daño, pasado este tiempo, toda radiación extra que reciba será perjudicial para su organismo. Viene determinado genéticamente y depende del fototipo de cada persona.

Los efectos de la radiación ultravioleta son acumulativos, dosis-dependientes y están en relación a la duración, frecuencia e intensidad de la radiación. Estos son negativos de manera inmediata y a largo plazo. Dentro de estos efectos nocivos encontramos la quemadura solar, el envejecimiento, las manchas en la piel, el engrosamiento cutáneo, alteraciones oculares y el cáncer de piel.

Es recomendable usar sombreros de ala ancha al exponerse al sol.

1.5 Fototipos cutáneos y factor de protección solar

Hay seis fototipos que están determinados por el color de la piel y el cabello, la presencia o no de pecas y la susceptibilidad para sufrir quemaduras de sol o de desarrollar un bronceado.

El factor de protección solar (FPS) es uno de los elementos que determina la eficacia de un bloqueador solar. Un mayor factor FPS alargará el tiempo que puedes tomar el sol obteniendo un bronceado saludable. Los factores de protección solar se pueden dividir en cuatro niveles de protección: baja (6-10), media (15-25), alta (30-50) y muy alta (50+).

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Los fototipos III, II y I deben aplicar un producto de protección más elevada.

2. Fotoprotección

2.1 ¿Qué es la fotoprotección?

La fotoprotección es la actividad preventiva y terapéutica frente al cáncer de piel y al fotoenvejecimiento. Es considerada como una medida necesaria cuando se realizan actividades prolongadas al aire libre y, especialmente, en personas de fototipos claros, con múltiples nevus (lunares) y/o nevus atípicos o antecedentes de cáncer de piel.

Se debe utilizar un fotoprotector en loción, gel, spray u otro preparado farmacéutico de aplicación tópica cuya finalidad es la de reflejar, absorber o refractar la RUV de origen solar o de fuentes artificiales, atenuando la acción perjudicial de los rayos solares. Los fotoprotectores deben contener sustancias que nos protejan contra la RUV A y B, además de los infrarrojos; el factor de protección solar debe ser de 30+ o superior, que es el indicado según el índice de RUV de nuestro país.

Cubrirse apropiadamente y usar protector solar ayuda a prevenir el daño solar.

Adicionalmente debe ser resistente al agua y al sudor, y entre sus componentes debe contar con sustancias antioxidantes y reparadoras del ADN celular. Solamente así, podemos disminuir la incidencia de cáncer de piel. Recuerda que debes aplicar una capa generosa 30 minutos antes de la exposición solar y reaplicarlo, aproximadamente, cada 4 horas.

Velvet Sunscreen, nuestro bloqueador solar facial, que posee una fórmula anhidra (libre de agua) y que te brinda una sensación no grasosa, de rápida esparcibilidad y completa transparencia. La tecnología de segunda piel optimiza la protección UV y la resistencia al agua sin afectar la apariencia y la textura natural de tu piel. 

El FPS es uno de los elementos que determina la eficacia de un bloqueador solar.

Es importante que los fotoprotectores posean ciertas características cosméticas que mejoran la adherencia de la persona hacia su uso. Por ejemplo, ser fácilmente esparcible, no producir comedones, poseer absorción inmediata y conservar la apariencia natural de la piel.

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