1. ¿Qué es la piel sensible?
La piel sensible es conocida también en la literatura como piel intolerante, piel reactiva o piel hiperexcitable.
Corresponde a la piel que reacciona de manera exagerada, debido a que la función protectora natural de la piel se ve perjudicada, irritándose o congestionándose frente a diferentes tipos de estímulos sean estos factores ambientales o de aplicación tópica. Esta condición es frecuente durante la lactancia y a medida que la piel envejece.
2. Incidencia
El fenómeno de la piel sensible es realmente frecuente porque afecta a 1/3 de la población adulta. Sin embargo, la mayoría de expertos no la consideran un tipo de piel específico puesto que esta sensibilidad puede presentarse en personas con piel normal, mixta, grasa, seca o madura, así como desde la niñez hasta la edad adulta. Además, se presenta en todas las razas, aunque mayor frecuencia en los asiáticos y caucásicos, y en menor porcentaje en personas de raza negra.
Aunque la sensibilidad en la piel se presenta más en las mujeres con un 60 %, en los varones también pueden ocurrir estos episodios de intolerancia luego del afeitado en un 40 %.
Las pieles sensibles tienen una secreción excesiva de ciertos neurotransmisores a través de las terminaciones nerviosas superficiales y citocinas, que promueven los procesos inflamatorios. Estas secreciones anormales originan ciertas sensaciones desagradables que experimentan las personas afectadas.
3. Factores desencadenantes para una piel sensible
Existen factores concretos que determinan la sensibilidad aumentada en la piel, te los presentamos a continuación:
3.1 Factores internos
3.2 Factores externos
4. Síntomas o signos
Clínicamente se presenta como una piel muy fina, seca o con tendencia a seca, cuyos síntomas pueden incluir sensación de tirantez, cuperosis frecuentemente, escamas finas en su superficie, tendencia a manchas, enrojecimiento, picazón y calor.
Se asocia a envejecimiento temprano con aparición prematura de arrugas. Estos síntomas pueden comparten similitudes con los que se presentan en otras condiciones de la piel, especialmente los de la piel.
5. Formas de piel sensible
Se han identificado tres formas en función de la intensidad de los síntomas clínicos:
- Piel muy sensible: Es conocida como intrínseca, puede ser seca o grasa y reacciona con intensidad a los agentes exógenos y medioambientales, así como a factores endógenos. Los síntomas clínicos son agudos y permanentes y suelen tener repercusión psicológica.
- Piel sensible “medioambiental”: Es una piel clara, seca y fina que reacciona fundamentalmente ante fenómenos medioambientales como el calor y los cambios bruscos de temperatura.
- Piel sensible “cosmética”: Presenta una sensibilidad leve en la que la piel reacciona básicamente ante los cosméticos que, por lo general, son fácilmente identificables.
6. Rutina de cuidado para pieles sensibles
No es recomendable que cambies la marca de tus productos de cuidado facial con frecuencia, ya que descubres nuevos irritantes. Lo ideal es utilizar una línea de productos diseñada especialmente para pieles sensibles, hipoalergénicos y no comedogénicos. El maquillaje también debe ser limitado y seleccionado cuidadosamente.
Asegúrate de desmaquillar tu rostro con Bassa & Bath® Loción Limpiadora Desmaquillante o Bassa & Bath® Agua Micelar para no taponar tus poros.
Limpia tu rostro con un producto adecuado para pieles sensibles. Te recomendamos jabones naturales como el de Caléndula o Manzanilla, que tienen propiedades calmantes y analgésicas, respectivamente; o Hydrin® Loción Limpiadora, que mantiene hidratada la piel y la calma por su formulación libre de agentes irritantes. Posteriormente, sécate a toquecitos con una toalla.
Aplica Bassa & Bath® Tónico Hidratante para prevenir desequilibrios en tu piel, eliminar impurezas y cerrar los poros.
Humecta tu piel con Bassa® Hidrat, que ayuda a reducir la irritación y restaurar la capa más superficial de la piel.
¿Sabías que los efectos perjudiciales del sol aumentan la sensibilidad? Protege tu piel de los rayos UV con Velvet® Sunscreen.
Si presentas quemaduras tras una prolongada exposición al sol, irritaciones, picaduras de insectos o brotes alérgicos, te recomendamos Kalmura® que calma y alivia la piel.
Hidrata tu piel inmediatamente después del baño. Te recomendamos Humectina®, que tiene una combinación de ingredientes hidratantes, regeneradores, exfoliantes, cicatrizantes, emolientes y antioxidantes que brindan una hidratación profunda y una reparación a nivel epidérmica.
